Producen carne sin sacrificar ni una sola vaca, ¿comerías un bife cultivado?

Un laboratorio presentó su nuevo cultivo.


¿Carne que es carne? ¿carne que no es carne? ¿carne de vaca sin matar a una vaca? ¿carne, “carne”, que se desarrolla en un laboratorio? ¿Un bife cultivado? Las incógnitas y dudas son éstas y muchas más. Pero lo cierto es que un laboratorio de Argentina se convirtió en el primero en empezar a dar respuestas a cada una de estas preguntas

El laboratorio Craveri presentó en sociedad a B.I.F.E. El resultado de una investigación y desarrollo que permitió crear Bio Ingeniería en la Fabricación de Elaborados, la startup que desarrolla carne mediante el uso de técnicas de cultivo.

Básicamente, se trata de obtener carne a partir de la toma de una mínima muestra de un animal, pero sin necesidad de sacrificarlo.

El cultivo

Para llevar a cabo el proceso de cultivo, en primer lugar es necesario recolectar células animales que se encuentren en el tejido nativo del animal. Una vez obtenida la muestra, se deben aislar las células satélites (células encargadas de crear un nuevo tejido muscular cuando el músculo es dañado) y cultivarlas con el fin de multiplicarlas. Luego de obtenida la cantidad necesaria se las estimula para que se fusionen y formen fibras de tejido muscular, detallaron desde el laboratorio.

“La innovación que plantea B.I.F.E. se apoya en la elaboración de productos alimenticios de óptima calidad y valor nutricional desarrollados en una planta GMP -Good Manufacturing Practice- de acuerdo a los más altos estándares de calidad internacionales”, explicaron los responsables de Craveri.

Actualmente, se apunta a llevar una solución al problema de la falta de alimentos para la población futura y la elaboración sustentable de productos alimenticios de origen animal a partir de cultivos celulares que no requieran del sacrificio animal.

El mayor desafío que afronta esta práctica, ahora, es lograr la escala requerida para agilizar el proceso productivo y convertir a la carne cultivada en un producto básico y de fácil alcance al mercado.

“Estamos orgullosos del trabajo realizado. Es real, actualmente cultivamos células de origen animal para la producción de carne. El objetivo, es poder brindar a futuro un alimento de calidad, con un alto valor nutricional y que sea parte de la solución a la creciente demanda alimenticia que afrontará el mundo. No es una utopía, la carne cultivada es un hecho”, dijo Laura Correa, directora de la División de Bioingeniería de Laboratorios Craveri.

Para tener en cuenta

La carne cultivada no está modificada genéticamente, sino que es producto de la multiplicación in vitro de las mismas células que producen la carne en el animal. “El objetivo es imitar el nicho ambiental in vivo para crear un músculo comparable al tejido nativo”, explican.
Si bien en el mundo existen laboratorios, grupos de investigación y startup que comenzaron a desarrollar esta tecnología desde hace varios años, B.I.F.E. es la primera compañía argentina que se encuentra actualmente desarrollando la tecnología para obtener carne animal a partir del uso de técnicas de cultivo en el laboratorio.

¿Más saludable?

El consumo de carne cultivada puede ser “más saludable”, se indicó. La agricultura celular cuenta con la posibilidad de controlar la cantidad de grasa que contiene la carne convirtiéndolo en un producto alimenticio magro y sano que brinda todos los beneficios de la proteína animal. Por caso, no es necesario cultivar las partes no comestibles como hueso, el sistema nervioso, sistema respiratorio y sistema digestivo evitando desperdicio alguno, dicen sus impulsores.

El camino de la carne cultivada

La recolección de células animales que se encuentren en el tejido nativo del animal es el primer paso para el proceso de cultivo. Una vez obtenida la muestra, se deben aislar las células satélites (células encargadas de crear un nuevo tejido muscular cuando el músculo es dañado) y cultivarlas con el fin de multiplicarlas. Luego de obtenida la cantidad necesaria se las estimula para que se fusionen y formen fibras de tejido muscular.
Es necesario contar con un medio de cultivo que contenga todos los nutrientes que las células requieren para crecer y multiplicarse. Los actualmente utilizados contienen componentes inorgánicos y orgánicos que incluyen carbohidratos, aminoácidos y vitaminas.
En tercera instancia se requiere una matriz tridimensional que imite el entorno natural del músculo nativo. Además tiene que tener las características apropiadas para permitir la adhesión celular y la posterior proliferación y desarrollo de tejido muscular.
El bioprocesamiento consta de: la expansión celular, la formación de las fibras musculares, la fabricación del producto y la valorización de los residuos.

Compartí