¿Por qué falta Rivotril?: en las farmacias de Río Negro también

El faltante de Rivotril también quedó en evidencia en farmacias de Río Negro. Sin embargo lo que escasea es esta marca del medicamento pero «tenemos la misma droga en otras marcas», se informó desde el Colegio de Farmacéuticos rionegrino.
Se trata de un fármaco que tiene la molécula del fármaco clonazepam. Perteneciente al grupo de las benzodiazepinas, actúa sobre el sistema nervioso central, con propiedades ansiolíticas, anti convulsionantes, miorrelajantes, sedantes, hipnóticas y estabilizadoras del estado de ánimo, está faltando en las farmacias.

Desde hace varias semanas, pacientes y también psiquiatras y psicólogos advirtieron del faltante del producto Rivotril.
Según destacaron fuentes vinculadas al sector farmacéutico, “desde hace unos meses se empezó a discontinuar la entrega en sus distintas presentaciones y, en el último mes, directamente desapareció el producto de las páginas web de las droguerías”. Desde varios comercios se advierte que las droguerías con las que se trabajan, directamente carecen del producto.
Más allá del crecimiento que hubo del consumo de este tipo de fármaco en los últimos dos años debido a la pandemia por COVID-19, existe un problema de distribución comercial de esta marca, que es elaborado por el laboratorio Roche en una planta ubicada en Brasil, y distribuido en Argentina por Investi. Pero desde el año pasado el producto fue vendido a nivel global a Cheplapharm Arzneimittel, una empresa alemana representada en Argentina por Biopas Argentina S.A.
Fuentes de Biopas confirmaron que desde el 1° de agosto son los responsables de Rivotril en la Argentina y admitieron demoras en el proceso de cambio de titularidad en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Pero aseguraron que van a estar liberando las seis presentaciones disponibles de Rivotril durante este mes.
Alto consumo en Argentina
De acuerdo a datos del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, se advierte un gran aumento en el consumo de psicofármacos durante la pandemia del COVID-19. Específicamente, el de dos psicofármacos: el clonazepam y el alprazolam que se venden bajo receta. Estos psicotrópicos se encuentran entre los 15 más vendidos en el país y la tasa de crecimiento de sus ventas supera varias veces el promedio general. De acuerdo a cifras de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), durante 2020 se vendieron 538.514 unidades más de clonazepam y 344.880 unidades más de alprazolam que en 2019. Cantidades que triplican y quintuplican el promedio general de unidades dispensadas de medicamentos, registrado el año del inicio de la pandemia. A partir del 2020 se vendieron unos 7 millones de unidades más de productos que actúan sobre el sistema nervioso central que en años anteriores.
“Nos informaron que hay una dificultad en la distribución del Rivotril que está vinculado a su situación comercial, pero también desde el laboratorio nuevo confirmaron que la situación se iba a normalizar rápidamente. Es importante informarle a la comunidad que esta marca no es la única que tiene la molécula de clonazepam y que el uso de cualquier medicamento debe estar bajo prescripción médica ya que su autoconsumo sin receta de un profesional puede perjudicar la salud y alterar el sistema nervioso central de una persona”, remarcó a Infobae el doctor Ricardo Marcelo Corral (MN 67.653), médico Psiquiatra y Presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).
“La solución para tratamientos de ansiedad o depresión no es en primer lugar con medicamentos ansiolíticos. Las reacciones emocionales son naturales al ser humano. La vida no es medicable. Si uno atraviesa un problema puntual y ocasional no está bien automedicarse con un ansiolítico. La toma de un medicamento no es para suplir los efectos de la ansiedad, la ansiedad social o pánico. La psicoterapia con el método cognitivo conductual es el primer tratamiento recomendable para un paciente. Tiene que haber un muy buen diagnóstico de la enfermedad y de la severidad para comenzar a prescribir una medicación”, agregó Corral, que es Jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Borda.
“El clonazepam tiene un efecto inmediato tranquilizador y apaciguante. En tan solo 40 minutos después de tomarlo, la persona se siente más aliviada. Eso genera una gran adicción a largo plazo porque la persona obtiene una solución rápida a su estado nervioso o alterado. Muchas veces evita realizar grandes actos propios como embarcarse en un plan de ejercicios, de buena alimentación o de consulta médica periódica con varios profesionales de la salud y sustituye todo eso con la toma de una pastilla. Por eso el peligro de que se vuelva una una prescripción eterna”.
“Seguramente sea la adicción más común, más extendida y menos identificada. Hay un altísimo consumo y personas que por larguísimos años consumen esto pensando que no son adictos. De acuerdo al manual de buenas prácticas, cuando un médico receta una benzodiazepina tiene que ya establecer cómo va a hacer la discontinuidad y esta discontinuidad tiene que ser a más tardar a un mes de la prescripción. No se recomienda consumir por más de cuatro semanas. El problema que tiene el clona es que tiene una vida media muy larga, entre 40 y 60 horas. Eso afecta mucho la capacidad cognitiva, altera la memoria, altera los reflejos.