Hipoacusia: el derecho a oír de los recién nacidos

De acuerdo a estadísticas internacionales hay 3 hipoacúsicos cada 1000 recién nacidos de los cuales 1 es una hipoacusia profunda. Es importante detectarlo e intervenir a tiempo. Existe una ley nacional que brinda una cobertura gratuita pero a menudo suelen existir dificultades para que las obras sociales cubran audífonos o implantes cocleares.

«El niño que nace sin oír, no puede adquirir su habla y su lenguaje y por ello, enfrenta obstáculos casi absolutos para su neurodesarrollo, atentando contra sus posibilidades de integración social», se explicó desde el programa de Detección Precoz de Hipoacusias de Neuquén, que dirge Marcela Corbelle.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incidencia de la hipoacusia se sitúa en 5 de cada 1000 nacidos vivos. La incidencia de hipoacusias moderadas es de 3 por cada 1000 recién nacidos, y las severas o profundas afectan a 1 de cada 1000 recién nacidos, cifra que aumenta en 1 a 10 de cada 100 recien nacidos con factores de riesgo, y 1 a 2 de cada 50 RN que están en las unidades de terapia intensiva. El 20% de todos los casos de hipoacusia corresponden a un problema profundo de audición.

«Como es muy importante detectarlo tempranamente para intervenir a tiempo surge la detección temprana de hipoacusia que en nuestro país se realiza a través de otoemisiones acústicas ( ya se transitorias o por productos de distorsión)», indicó la fonoaudióloga.

«Intervenirlo a tiempo significa si se confirma el diagnóstico de hipoacusia colocar audífono a los 6 meses o implantar al año».

Marcela Corbelle.

Ley nacional

A través de la Ley 25.415 se estableció el derecho de todo recién nacido a que se le estudie su capacidad auditiva y se le brinde tratamiento en forma oportuna si fuera necesario.
Cada grado de pérdida auditiva, requerirá un tipo de intervención diferente. Se realizará un tratamiento médico y audiológico y se empleará para paliar el déficit funcional, diferentes dispositivos de ayuda auditiva, con tecnologías específicas.
Habrá que evaluar a cada niño en particular, su entorno familiar, impartir de modo urgente el estímulo auditivo-verbal y ser abordado de manera multidisciplinaria. Se necesita dar mucha contención a los padres, explicando la importancia de hablar y cantar a ese niño que necesita más estímulo verbal, visual y táctil que un niño normo oyente.

¿Las obras sociales cumplen?

De acuerdo a la Ley N°25.415 de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, todo recién nacido –antes del primer mes de vida– tiene el derecho de ser estudiado para evaluar su capacidad auditiva. Para ello, se le realizan estudios de las otoemisiones acústicas, en primera instancia, lo que forma parte de la pesquisa de enfermedades del recién nacido.

Sin embargo, apuntó Corbelle, la ley «en general se cumple aunque muchas veces la gente suele tener dificultades con las obras sociales para que les cubran audífonos y/o implantes cocleares».

La hipoacusia es la pérdida parcial o total de la capacidad de percepción auditiva de las personas. Se clasifica en leve (puede requerir audífonos); moderada (requerirá audífonos muy probablemente); severa (requerirá audífonos potentes, y según el caso, implante coclear) y profunda o sordera (requerirá audífonos muy potentes, que en muchos casos no le alcanzarán para discriminar los sonidos y, probablemente, le será más útil un implante coclear).

Fuente: Programa Detección Precoz de Hipoacusias de Neuquén.

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