El infarto en la mujer, un infarto diferente

Mirá cuáles son los principales síntomas
Los síntomas del infarto y la percepción de estos se presentan de forma diferente, no solo según quien lo padece, sino dependiendo del sexo de la persona que lo sufra. Porque los “infartos en mujeres” presentan diferencias significativas.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte femenina en el mundo. En la Argentina, una de cada tres mujeres muere por causa cardiovascular, una cifra más alta que el riesgo femenino de cáncer de mama (1 de cada 8 mujeres), según datos de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Los síntomas clásicos incluyen un dolor opresivo en el centro del pecho o en la zona epigástrica (estómago), que puede irradiarse a brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula y/o espalda. Pero en el caso de las mujeres puede haber diferencias y los síntomas son muy variados, lo cual hace más difícil llegar al diagnóstico.
Los más comunes son la fatiga inusual, la dificultad respiratoria, el sudor frío o el dolor epigástrico. Los días previos pueden sufrir insomnio, ansiedad o debilidad. Por otro lado el dolor torácico típico, en mujeres es menos específico.
Andrea Faynbloch, cardióloga clínica de Leben Salud destaca que hay factores esenciales que predisponen a un infarto: la edad, el colesterol, la diabetes, la hipertensión arterial y el tabaquismo. El tabaco es la principal causa evitable de enfermedad coronaria.
El sobrepeso y la falta de actividad física son también factores de riesgo muy prevalentes en mujeres
“La mujer lamentablemente tiene un estilo de vida que hace que nos enfermemos con problemas ateroscleróticos, o sea enfermedad vascular. Nuestras arterias se enferman por el cigarrillo, por comer mal, por el estrés, el sedentarismo, la diabetes…”, explica.
Pero también otra causa importante es la hipertensión. “La población en general no se toma la presión y el ser hipertenso también hace que las arterias se enfermen”.
Faynbloch hace hincapié en la importancia de detectar los síntomas. “Pueden ser los mismos… un dolor opresivo en el pecho, como si tuviera una pata de elefante encima, con una sensación muy desagradable de muerte. Pero en la mujer es frecuente que pueda tener también náuseas, vómitos, mareos, inclusive pérdida del conocimiento o dolor en la boca del estómago, en la mandíbula, en los brazos, en la espalda”.
La cardióloga explica que los síntomas se pueden atribuir también a otras dolencias, pero “por eso es importante tener en cuenta: si yo fumo, si no me controlo la presión, si soy diabética, si tengo pancita… porque la grasa abdominal predispone a tener trastornos metabólicos como colesterol alto, resistencia a la insulina, eso va a predisponer para que ocurra un posible infarto”.
En este punto, también destaca que el uso de drogas es un factor de riesgo. “En pacientes que consumen cocaína, incluso de 20 años, hemos visto infartos, y también el consumo de marihuana” es para tener en cuenta.
Hacer actividad física, al menos caminatas de entre 30 y 60 minutos tres veces por semana, es necesario para ir adoptando un modo de vida saludable. “Todo debe ser paulatino… y la mujer tiene que tomarse un rato de su vida para sí. Si no me cuido, no puedo cuidar a otros”.
También manejar el estrés, es fundamental en la actualidad: “hacer algo que te gusta, algo que te haga bien, en algún momento del día”, destacan los médicos.