Cuando el estrés nos ‘pasa factura’ y brinda nuevas oportunidades de vida

¿Qué es el estrés? ¿Por qué se produce? ¿Por qué nos enfermamos para darnos cuenta? «Nos obliga a reinventarnos», explica una médica de la región. Impulsa la «medicina integrativa» y afirma que «las redes de salud deberían tener programas de educación en emociones, que incluyan psicoterapia cognitiva y talleres de arte».

Por Silvia Hansing (*)
Un ser humano puede atravesar por circunstancias estresantes en su vida y eso es considerado normal.
Sin discriminar los motivos que lo ocasionan, el estrés es la situación que nos brinda la oportunidad de adaptarnos a una situación nueva. Nos obliga a reinventarnos. Para afrontar obstáculos. El transitar de esa situación es variable según cada individuo. Puede durar días, meses, años…
Cuando no podemos lidiar con ese estado displacentero, hablamos de disestrés.
Nuestro organismo comienza a darnos señales de que se está agotando. Nos invade la angustia, la ansiedad, la anedonia, la falta de apetito, el insomnio, las dificultades relacionales y el cuerpo responde con manifestaciones orgánicas como cefalea, hipertensión, trastornos digestivos, infecciones y hasta un cáncer.
Cada vez más se conoce sobre las conexiones del cerebro con el resto del organismo. Somos “un todo” donde un pensamiento bueno o malo, se convierte en bioquímica en nuestro cuerpo. Ese laboratorio interior que funciona en nuestro medio interno puede llegar a promover salud o enfermedad.
La salud mental, en permanente olvido
En una sociedad apurada, acelerada, que no respeta los tiempos de la psiquis para resolver las situaciones cotidianas, como diferencias con la familia, conflictos laborales, necesidades básicas insatisfechas, economías inestables, violencia social… la salud mental sufre un permanente olvido. No le damos la importancia que realmente merece y sufrimos las consecuencias que siempre terminan dando señales a través del cuerpo.
Y cuando aparece la enfermedad primero la negamos, haciendo ojos ciegos, oídos sordos. Nos enojamos, nos preguntamos por qué a nosotros. Y cuando comenzamos a entender que no es más que un proceso biológico que puede tocarle a cualquier persona pero que tal vez hicimos mérito para llegar a ese estado, aceptamos. Allí comienza el camino a través del cual vendrá el aprendizaje. La aceptación, el despertar, abrir los ojos. Detenerse en el tiempo y entender con un pensamiento introspectivo quiénes somos, hacia dónde vamos, qué queremos de esta vida. Si somos coherentes con nuestros deseos y pensamientos, si nos respetamos y nos hacemos respetar. Si estamos rodeados de personas tóxicas, si estamos donde queremos estar y con quien queremos estar.
Y nos preguntamos… ¿por qué tuve que enfermar para darme cuenta? La mente es muy noble, puede dejarnos actuar, nos va dando soga para que hagamos. En el hacer, más de una vez nos equivocamos. Pero el cuerpo es más cruel. No nos tiene tanta paciencia y nos avisa. En esta cohabitación de mente y cuerpo se van estableciendo normas de convivencia y se intenta un balance, un equilibrio.
Y para eso es muy importante que se reconozcan las necesidades del ser espiritual que vive en nosotros. Es indispensable desarrollar el pensamiento introspectivo a través de la terapia, la meditacion y el arte. No solo tener un cuerpo vigoroso por fuera, con buena alimentacion y ejercicio.
La salud es para la OMS, bienestar fisico, mental y social. No solo la ausencia de afección o enfermedad.
Hay muchas personas que no encuentran la manera de afrontar situaciones de estrés como un diagnóstico de cáncer, la muerte de un familiar o ser querido, etc. y en la mayoría de los casos eso impacta negativamente en todos los ámbitos de la persona, llevándola a la depresión.
Una persona deprimida tiene su pronóstico marcado por sus familiares. Si son cariñosos y se preocupan el paciente tendrá mas probabilidades de salir adelante. Las redes de salud deberían tener programas de educación en emociones, que incluyan psicoterapia cognitiva, talleres de arte como música, canto, pintura, escritura, etc. y meditación.
El desarrollo de estas prácticas han demostrado ser muy útiles en el desarrollo de resiliencia y en la tarea de brindar a la gente herramientas para el autoconocimiento y, por ende, el desarrollo de estrategias de superación del evento estresante.
Considerando esto un servicio de psiconeuroinmunoendocrinologia o de medicina integrativa serio, debería contar con estas posibilidades.
(*) Médica oncóloga radioterapeuta- COI. Fundación Médica de Río Negro y Neuquén. Impulsa una iniciativa destinada a organizar un centro de actividades prosalud mental, donde se promueva el autoconocimiento a través del arte, la psicoterapia cognitiva y la meditación.