Alimentos ultraprocesados y obesidad: mala junta

En el Día Nacional de Lucha contra la Obesidad, expertos advierten que una de las principales causas de su incremento en nuestro país es el abuso de alimentos ultraprocesados.
¿Qué son y por qué nos gustan tanto? ¿Qué otros peligros acarrean para nuestra salud? ¿Cómo evitarlos?
“Las cifras de sobrepeso y obesidad no dejan de crecer a nivel mundial, y nuestra región no es la excepción. Esto genera cada vez mayor preocupación, ya que esta enfermedad va mucho más allá de lo estético y de la salud personal, puesto que además genera grandes perjuicios económicos al sector público (sistema de salud) y al sector privado (pérdidas en las empresas por presentismo, falta de rendimiento de los empleados, etc.)”.
“Estadísticas oficiales publicadas recientemente en Brasil advierten que en ese país 2 millones de personas pasan cada año a la categoría de ¨obesos¨. Esta cifra es terrible, y no se ha visto antes en la historia de la humanidad. En Argentina no disponemos de estadísticas recientes pero la última, que data de 2013, arrojaba que un 58% de la población estaba excedida de peso por entonces. Estimamos que en la actualidad dicho porcentaje está claramente por encima del 60%. En otras palabras, al menos 6 de cada 10 argentinos tienen sobrepeso”.
“Pero, ¿por qué ocurre esto? Las explicaciones son varias y ya todos las conocemos: sedentarismo, aumento de consumo de ¨comida chatarra¨, stress que desemboca en adicción a la comida; mal descanso, que produce mayor ingesta calórica posterior, y muchas otras”.
El peligro de los alimentos “ultraprocesados”
“Pero, sin dudas, uno de los principales causantes de esta epidemia de obesidad es el consumo desmedido de alimentos ultraprocesados”.
“Los alimentos ultraprocesados son fórmulas industriales que incluyen 5 a 6 ingredientes para su producción”.
“Según cifras oficiales, el 60% de las calorías diarias que se consumen en Estados Unidos, según los cálculos, provienen de alimentos ultraprocesados. En Inglaterra, se estima que su impacto es del 50,4% y en Alemania el porcentaje de consumo es del 46,2%”.
“Cabe destacar que en el año 1980, cuando la obesidad no era aún una epidemia, los alimentos ultraprocesados representaban el 20% de la ingesta de las calorías diarias de las personas. En otras palabras, la incidencia de estos alimentos en nuestra dieta se ha triplicado. Creemos que estas mismas cifras se están replicando en Argentina, es decir que en los últimos cuarenta años probablemente se ha triplicado prácticamente el consumo de alimentos ultraprocesados en nuestro país, según las estimaciones y la tendencia mundial”.
Cambio en la clasificación de alimentos
“Para entender un poco más este tema, debemos hablar acerca de la ¨Pirámide Nutricional¨, y conocer también los cambios que se han producido recientemente en cuanto a este tema”.
“Todos conocemos esta clásica pirámide, cuya base apunta a que la persona debe consumir mucha fruta y verduras, en un segundo escalón cereales, productos panificados y pastas; luego las carnes y por último alcohol, postres y demás. Pero en Brasil se ha desarrollado una nueva pirámide, llamada ¨Clasificación NOVA¨, la cual está recomendada por la OMS y la OPS. La misma está formulada desde otra óptica muy interesante”.
“La ¨Clasificación NOVA de OMS/OPS¨ se enfoca principalmente en el grado de procesamiento de los alimentos que consumimos a diario, y establece nuevos escalones ideales:
PRIMER ESCALÓN (BASE).“La base de la alimentación debe ser ahora aquella comida sin procesar, sin añadir ni quitar nada, la que nos da la naturaleza directamente. Entre estos alimentos se destacan frutas, verduras, hongos, hortalizas, carnes magras, pescado, frutos de mar, aves de corral, semillas, raíces, tubérculos, huevo y leche en su estado natural y mínimamente procesada. Tengamos en cuenta que la carne de feed lot, que es la que estamos consumiendo generalmente, no es natural, es procesada porque se obtiene por engordar al animal en forma artificial, con alimento balanceado”.
SEGUNDO ESCALÓN.“En un segundo escalón, y en menor medida, podemos agregarles a nuestros alimentos pequeñas cantidades de los “Ingredientes Culinarios Habituales”, como sal de mesa, aliños, azúcar, miel, vinagre y aceite, hierbas aromáticas, nuez moscada, etc.
TERCER ESCALÓN.“En un tercer escalón podemos recién pasar a los alimentos procesados. Estos son aquellos originalmente naturales pero que han sido sometidos a procesos sencillos de preparación, que incluyen el uso de dos o tres ingredientes. Aquí encontramos, como ejemplo, las conservas de vegetales, legumbres o pescados; los quesos, manteca, yogurt, fideos integrales, arroz integral, panes integrales y otros productos con procesamiento mínimo”.
CUARTO ESCALÓN.“Ese es el escalón de los alimentos ultraprocesados, que son los que debemos evitar. Se trata de alimentos muy elaborados con fórmulas industriales que incluyen 5 a 6 ingredientes, los cuales son preparados industrialmente con componentes extraídos de harinas, azúcares, aceites refinados, grasas, etc, y a los que se les agrega algún tipo de conservante para que tengan una mayor duración en su exposición al público, y en especial, productos químicos para mejorar su “palatibilidad”, es decir, para que sean más apetecibles. Aquí encontramos, por ejemplo, los cereales azucarados para el desayuno, productos de bollería de las panaderías, los jugos concentrados y los yogures de fruta o cereales, entre otros. También salsas (de tomate, mayonesa, mostaza, salsa golf), sopas espesadas, pizzas, postres en polvo, tortas y pastelería, gaseosas en general, solo por mencionar algunos.
Los peligros de estos alimentos para la salud
“El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados acarrea numerosos riesgos para nuestra salud en general, pudiéndonos llevar a situaciones muy severas. Algunas de ellas son:
1- Aumento desmedido del peso (sobrepeso u obesidad).Esta es la consecuencia principal, de la cual venimos hablando. Es la más peligrosa porque genera el resto de las consecuencias que mencionaremos, algunas de ellas mortales.
2- Aumento de la insulino-resistencia:El cuerpo se vuelve más resistente a la acción de la insulina y esto conlleva a que, con el tiempo, aparezca diabetes tipo 2. Ésta se daba antes más en el adulto y ahora ya está apareciendo en jóvenes y adolescentes.
3- Incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. En América Latina, el 70% de las muertes son producto de estas enfermedades: infartos, derrames cerebrales o embolia cerebral; arterioesclerosis, aneurisma de aorta, arritmias, insuficiencia cardíaca, entre otras.
4- Mala calidad del sueño. El abuso de estos alimentos afecta nuestro descanso, generando apneas del sueño, con todo lo que ello implica no solo en términos de descanso sino también de rendimiento laboral, humor y relacionamiento.
5- Produce mayor riesgo de hígado graso.Esta es la principal causa de trasplante hepático en el mundo.
6- Aumenta el riesgo de pancreatitis.
7- Disminuye la fertilidad tanto en el hombre como en la mujer.
8- Disminuye la libido.
9- Favorece la aparición de caries.
10-Aumento del riesgo de aparición de cáncer de intestino grueso, ovario, útero (matriz), próstata, mamas.
11-Aumento del riesgo de artrosis en rodillas y cadera, con la consecuente cirugía de reemplazo con los años.
¿Entonces, qué nos lleva a consumir estos alimentos?
- “Hay tres factores fundamentales que nos llevan a sentir cierto atractivo por consumir este tipo de alimentos. Ellos son:
1- Falta de tiempo. Nadie tiene tiempo para preparar comida, entonces lo “mejor” es tomar una pizza congelada y meterla en el horno o, en vez de comer frutas y tener que pelarlas, comer un helado o una torta. Estamos disminuyendo el consumo de alimentos naturales porque nos llevan más trabajo y, por ende, tiempo.
2- Sensación de placer. La industria alimentaria, para aumentar el consumo, pone en ciertos alimentos sustancias que producen un gran placer al paladar, como es el glutamato de sodio. Esto es un “potenciador del sabor” que hace que la comida sea mucho más rica. Por ejemplo, una papa frita bastón es mucho más placentera que la papa frita hecha en casa. Eso nos lleva a comer más.
3- El Marketing detrás de los alimentos. La industria alimenticia necesita vender grandes volúmenes, y apela a todo tipo de estrategias de marketing para que los alimentos industrializados, a diferencia de una fruta o verdura, sean deseados por el consumidor. Sino veamos las estrategias de promoción que nos encontramos en los supermercados o en la televisión. Esto no hace más que incrementar nuestro deseo de consumir.
Consejos prácticos para “escapar” a la tentación
“Para evitar llegar al sobrepeso u obesidad como consecuencia del abuso de alimentos ultraprocesados, una de las pautas más sencillas pero difíciles de cumplir que damos siempre desde Clínica Diquecito es tratar de comer los alimentos en su estado natural, intentando no añadirles nada”.
Recordemos que nuestro cuerpo está genéticamente desarrollado, según los investigadores, para ser recolector y cazador, preparado para comer lo que la naturaleza nos da y en ella no encontramos alimentos como ¨empanadas fritas¨, alfajores, helados, etc”.
“Un segundo consejo, también muy práctico, es ir al supermercado sin apetito, habiendo comido antes, sabiendo que la comida ¨entra por los ojos¨.
“Un tercer consejo práctico es hacer una lista de lo que voy a comprar en el súper y respetarla a rajatabla, sin desviarnos al ver otras alternativas. Esto no solo nos ahorrará calorías sino también mucho dinero”.
“Por último, diseñar una alimentación que esté conformada por un 50% de frutas y verduras, un 25% de legumbres, cereales integrales y similares; y solo el restante 25%, como máximo, de carne, productos de bollería y alimentos ultraprocesados”.
“Y tengamos presente el dato que mencionamos anteriormente: si en el año 1980 la obesidad era muy baja y el consumo de alimentos ultraprocesados no llegaba al 20% de las comidas, entonces deberíamos trabajar para volver a los mismos niveles”.
Dr. Rubén Salcedo (MP: 17.181), Director Médico de Clínica Diquecito.