#Alerta: ¿qué esconde esa molesta ‘grasita’ en la panza?

Grasa abdominal en las mujeres: ¿Qué dice tu cintura sobre tu salud?
Es más frecuente después de la menopausia y acarrea riesgos.
No es un tema estético.

Cuando la cintura comienza a crecer de golpe a veces se culpa a la falta de ejercicio o una alimentación inadecuada, pero también puede deberse al paso de los años. Para las mujeres, esto puede ser especialmente cierto después de la menopausia, cuando la grasa corporal tiende a desplazarse hacia el abdomen y se convierte en más que un problema estético.
Investigaciones demuestran que la grasa del vientre también conlleva serios riesgos para la salud.
El peso está determinado en gran medida por tres factores principales: Cuántas calorías consumes durante el día, cuántas calorías quemas con el ejercicio diario y tu edad.
Si comes demasiado y hace muy poco ejercicio, es probable que tengas exceso de peso, incluida la grasa del vientre.
Además, “tu masa muscular podría disminuir ligeramente con la edad, mientras que la grasa aumenta. La pérdida de masa muscular también disminuye la velocidad a la que tu cuerpo utiliza las calorías, lo que puede hacer más difícil mantener un peso saludable”, alerta un estudio de Mayo Clinic.
Muchas mujeres también notan un aumento de la grasa del vientre a medida que envejecen, incluso si no están aumentando de peso. Esto se debe probablemente a una disminución del nivel de estrógeno, que parece influir en el lugar donde se distribuye la grasa en el cuerpo.
El problema con la grasa del vientre es que no se limita a la capa extra de relleno ubicada justo debajo de la piel (grasa subcutánea). También incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos.
Aunque la grasa subcutánea plantea problemas estéticos, la grasa visceral está relacionada con problemas de salud mucho más peligrosos, entre ellos:

  • Cardiopatía
  • Diabetes tipo 2
  • Presión arterial alta
  • Colesterol anormal
  • Problemas respiratorios

Las investigaciones también asocian la grasa del vientre con un mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total.
“Algunos estudios han determinado que incluso cuando se consideraba que las mujeres tenían un peso normal basado en las mediciones estándar del índice de masa corporal (IMC), una cintura grande aumentaba el riesgo de morir de enfermedad cardiovascular”, se destacó.

Manos a la obra

La grasa visceral responde a las mismas estrategias de dieta y ejercicio que te ayudan a perder el exceso de peso y reducir la grasa corporal total. Para combatir la grasa del vientre: los nutricionistas aconsejan consumir muchas verduras, frutas y cereales integrales, y elegir fuentes magras de proteínas y productos lácteos con bajo contenido de grasa.


“Limita la azúcar añadida y las grasas saturadas, que se encuentran en la carne y en los productos lácteos con alto contenido graso, como el queso y la mantequilla. Elige en su lugar cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en el pescado, las nueces y ciertos aceites vegetales”.

Reemplaza las bebidas azucaradas y mantén bajo control el tamaño de las porciones.

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